50 secretos que los camareros nunca revelan
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50 secretos que los camareros nunca revelan
Cosas que deberías saber.
Por Rosa Cuervas-Mons
“Una vez pillé al dueño en la cámara frigorífica comiendo nata montada directamente del tubo y luego echándola en los helados. Me lo pensaría dos veces antes de pedir flan con nata”.
Fernando, ex camarero de un restaurante gallego
“Si en el menú del día ofrecen macedonia, probablemente sea porque tengamos mucha fruta estropeada o a punto de echarse a perder. En cuanto pasa eso, empiezas a cortar fruta”.
Enrique, camarero de la cadena de restaurantes VIPS
“Ningún cocinero —a juzgar por lo rápido que despachan sus necesidades— se lava las manos después, de eso estoy segura”.
Eugenia, ex camarera de un restaurante mediterráneo
“En los momentos de agobio, si a un camarero se le cae algo de comida y no hay nadie vigilándole, probablemente lo ponga en el plato como si nada. Son cosas que dependen de la ética de cada uno”.
Enrique, camarero deuna conocida cadena de restaurantes
“Si alguien me cae mal tardo más en servirle. Pero no me vengo de nadie escupiendo en la comida o en la bebida”.
Camarera en un conocido restaurante mediterráneo
“Ahora que he sido camarero, nunca pido limón en mi bebida. Todo el mundo los toca y nadie los lava; simplemente, se les quita la pegatina, se cortan y directamente a la coca cola”.
Camarera
“Si deseas comprobar el grado de higiene de un restaurante, estaría bien que visitaras la cocina, pero mi consejo es que no lo hagas, seguramente no salgas satisfecho”.
Camarero de un restaurante de barrio
“¡Ojo!, si los chefs tienen barba o bigote es probable que caiga algún pelo en la comida que preparan”.
Camarero con 18 años de experiencia
La comida que te sirven en un restaurante por lo general no cuesta ni un tercio de lo que te cobran. ¿Sabes cuánto pagarás por las rodajas de tomate, hojas de lechuga y trocitos de queso que te comerás en tu ensalada?
Berenice Bautista, ex camarera de restaurantes en México
El pan que ponemos en la mesa, o los aperitivos que te ofrecemos estimulan tu apetito.
Ulises, ha trabajado durante 12 años en diferentes restaurantes
“No nos está permitido decir que un plato no nos gusta, así que si preguntas, tendrás que leer entre líneas. El típico ‘lo pide mucha gente’ no debería sonarte bien”.
Camarera de una cadena italiana
Para llevarnos bien
“No entiendo que un cliente se queje del importe de la cuenta si tiene los precios en la carta y puede mirar lo que ha pedido. La gente es muy desagradable a la hora de pagar”.
Fernando, ex camarero de un restaurante gallego
“Lo peor que uno puede hacer como cliente es ser pesado y caprichoso. ¡Ah! y sentarse en la única mesa libre que todavía está sin recoger, ¡no falla!”
Eugenia, ex camarera de un restaurante mediterráneo
“El misterio de la botella de vino picada; ¿por qué se quejan del vino cuando la botella está medio vacía y las copas también. Hay mucha picaresca, pero no cuela”.
Fernando, ex camarero de un restaurante gallego
“Si llegas al restaurante quince minutos antes del cierre de la cocina, provocas que todo el mundo se quede hasta el final. Notarás que te atendemos lo más rápido posible para poder marcharnos. Si quieres disfrutar de la comida y de una buena sobremesa, te sugerimos que llegues mínimo dos horas antes del cierre”.
Ex camarero y responsable de un restaurante mexicano
“Lo que más odiaba era cuando la gente te pedía las cosas con cuentagotas: les llevabas las bebidas y te pedían pan, les llevabas pan y te pedían aceite… ¿por qué no todo de golpe?”
Eugenia, ex camarera de un restaurante mediterráneo
“No soporto a esos que te tratan como si fueras un pobre tonto que lleva y trae comida. Yo soy publicista, y ahora me toca trabajar en esto. Pero también me encuentro con gente agradable”
Camarera de un conocido restaurante italiano
“La gente es experta en pedir los cafés de uno en uno; cuando pasa eso, muchas veces te vengas tardando un poco más de lo habitual. Y en grupos grandes en los que cada uno pide un café distinto (descafeinado de máquina, cortado, con leche fría…) generalmente todos acaban tomando el mismo café; eso sí, ellos creen que cada uno toma el que ha pedido”.
Cecilia, camarera con ocho años de experiencia.
“Cuando dices todos los postres que tienes, ¿por qué preguntan que si no tienes yogures? Vamos a ver, si no lo he dicho es porque no los tengo”,
Yasmine, camarera con nueve años de experiencia.
A la hora de pagar
“Del cien por cien de las propinas, el sesenta por ciento va para los camareros ‘titulados’ —que suelen ser muy pocos— y el otro cuarenta por ciento se reparte entre los auxiliares de camareros y la gente de cocina”.
Camarero de la cadena VIPS
“Pagar una cuenta con cuatro tarjetas diferentes es bastante pesado; ¿por qué no paga uno y el resto le da su parte?”
Carmen, camarera de un restaurante Tex-Mex
“Cuando uno va con frecuencia al mismo restaurante, no dejar propina no sale rentable, porque si normalmente dejas propina, los camareros te lo agradecerán invitándote al café o a una copa”.
Cecilia, camarera con ocho años de experiencia
“Hay clientes que están tres horas en el local y sólo han consumido un par de cafés. Llega la hora de pagar, y tienen tanta prisa que se ponen de pie en la barra a esperar la cuenta. ¿No podían haberla pedido un poquito antes?”.
Camarero de La Cafetería
Nosotros también tenemos nuestros trucos
“Ese aperitivo salado que tanto te gusta no es generosidad; intentamos que tengas más sed para que consumas algo más”.
María, camarera en un pub irlandés
“En muchos restaurantes, la tarta de queso casera acaba de llegar en el pedido de la pastelería. Normalmente los postres no se hacen en el restaurante, porque requieren mucho tiempo y los cocineros tienen que centrarse en los primeros y los segundos”.
Cecilia, camarera con ocho años de experiencia
“Todos los establecimientos tienen su plan de marketing. Los camareros debemos ofrecer entrante y postre para aumentar la cuenta”.
Enrique, camarero de una conocida cadena de restaurantes
“Ponemos azúcar en la comida de los niños para que les guste más, incluso ponemos extra de azúcar en la masa de la pizza infantil”.
Camarera en una conocida pizzería
“Vigila la cantidad de hielos que te ponen en la copa del carísimo whisky que has pedido. Más hielo significa menos bebida, y tú pagarás lo mismo”.
Barman con cinco años de experiencia
“Si tenemos en la cocina unas gambas que ya no están muy frescas, las prepararemos al ajillo y nunca a la plancha, de esa forma se disimula su peor calidad”.
Valentín, maitre de un restaurante mediterráneo
“Si un cliente pide bebidas solamente, el camarero dejará la carta en la mesa para que caigan en la tentación y acaben pidiendo mucho más de lo que tenían previsto”.
Cecilia, camarera con ocho años de experiencia
“No te fíes de las sugerencias del maitre. Si es un plato que no viene en la carta, entonces sí, porque seguramente sea un pescado que estaba a muy buen precio o algo así, pero si es un plato de la carta y el maitre insiste mucho, es que tiene orden de venderlo porque está al límite; no malo, pero a punto de estarlo”.
Cocinero con más de seis años de experiencia
“Para intentar que consumas más te invitaré a la primera copa; seguro que luego vendrá otra”.
Camarera en un restaurante italiano
En el “backstage”
“Si buscas trabajo en un restaurante, evita el tren de lavado. Trabajarás a 60 grados, con una humedad tremenda y comprobarás por qué tantas veces hay que cambiar los cubiertos…”
Enrique, camarero de una cadena de restaurantes
“Los cocineros preparan la gran mayoría de los platos a primera hora y los mantienen calientes con enormes bandejas de agua. Justo antes de servirlo, le dan el toque final”.
Camarero de una cadena de comida rápida
“Para preparar los postres nos guiamos por unas fotos explicativas y, la verdad, es curioso ver lo que paga una persona por algo que al restaurante le cuesta tan poco. Por eso, si me has caído bien y nadie me ve, intentaré poner una bola más de helado en tu batido”.
Camarero de VIPS
“La comida que sobra en una mesa se tira y la que no se ha servido se utiliza para las comidas del personal”.
Camarera de un restaurante italiano
“Cuando un cliente pedía un vino de gran calidad, tipo reserva, carísimo, y se marchaba dejando la mitad o un cuarto de botella, nosotros, por supuesto, nos lo bebíamos en la cocina todos juntos, acompañado de alguna croquetilla. En teoría no se puede comer mientras se trabaja, pero siempre cae algo”.
Sara, ex camarera de Tony Roma’s y del restaurante Villamaría
Curiosidades
“Muchos locales de comida para llevar dejan lo que ha sobrado y no puede conservarse para el día siguiente en bolsas limpias, al lado de los contenedores de basura, para que los mendigos puedan comerlo”.
Ana, camarera de Viena
“Al contrario de lo que piensa mucha gente, no es un trabajo nada mecánico; tienes que estar pensando todo el rato: uno ha pedido más pan, otro la sal, y si no estás atenta se te acaba olvidando. El tiempo se pasa volando”.
Sara, ex camarera de un conocido restaurante americano y de un local mediterráneo
“Lo mejor para calcular la cantidad de comida que se va a consumir es tener muchas reservas. Así, de los platos que salen mucho se prepara casi uno por persona. Con los menos demandados, basta con cuatro o cinco raciones”.
Cocinero con más de seis años de experiencia
“Nosotros también sucumbimos al poder de la fama. Cuando atiendo a alguien famoso, no le pido autógrafos ni nada parecido, pero sí intento ser más amable y servirle muy bien para ver si charla un rato conmigo o me hace alguna confidencia”.
Camarera en un conocido restaurante
“¿Quieres reconocer a un camarero? Fíjate en el músculo que tienen entre los dedos pulgar e índice de la mano izquierda. Cargar con platos constantemente hace que se desarrolle mucho más que al resto de la gente”.
Sara, ex camarera de Tony Roma’s y del restaurante Villamaría
Los niños dejan todo hecho una cochinada, creo que debería existir una ley que obligara a los padres a dejar propina extra en caso de que su hijo tire la comida o rompa un vaso.
Sylvana Rosas, camarera de restaurante mexicano
“Zapatero a tus zapatos”. No pidas gambas en un restaurante de carne, o carne en una marisquería.
Ex camarero y gerente de una marisquería
Cuando quieras saber cuánta higiene hay en el local pide que te enseñen el baño de los empleados.
Ex camarero y gerente de un prestigioso restaurante
En una fiesta de jóvenes, atender la mesa de los amigos de la quinceañera es lo peor que nos puede pasar, porque piden mucho y nunca dejan propina.
Patricia Chavarría, camarera de banquetes
Lo mejor es dejar la propina en efectivo y en mano. Si la dejan en la mesa hay que recogerla rápido y estamos ocupados.
Camarera de una cadena de restaurantes
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